El modelo Symphony es es el más alto de la marca y combina a la perfección dos instrumentos en uno: clásico y moderno. Por un lado hay una clara inspiración en un contrabajo en cuanto a la forma y la esencia acústica y por otro lado un bajo eléctrico moderno. El resultado no podría ser mejor, la verdad.
Stradi le ha dedicado una enorme cantidad de tiempo para conseguir las proporciones y medidas correctas, y esto es algo que puedes apreciar en cuanto tocas el bajo por primera vez. El diapasón continuo se extiende desde la cejuela hasta el final del cuerpo, lo cual permite que el puente se sitúe al borde del mismo, haciendo a su vez que los primeros trastes (primeras notas en este caso) estén totalmente al alcance de la mano. Esto es algo absolutamente esencial a la hora de tener una enorme comodidad. A menudo algunos bajos modernos tienen un diseño bonito pero no aciertan en las medidas ya que el mástil parece situarse lejos del bajista, forzando a la mano izquierda a estirarse excesivamente. En el Stradi Symphony las notas más graves están realmente al alcance de la mano así como el resto de notas a lo largo del diapason. Sencillamente genial. Si esas proporciones tan acertadas le sumamos una escala de 34" y un mástil no demasiado ancho, estamos ante uno de los bajos de 6 cuerdas más cómodos que hemos probado nunca.
El cuerpo está hecho de padouk y se ha vaciado para rebajar el peso y para aumentar la resonancia. Para la tapa se ha elegido una pieza absolutamente espectacular de poplar burl acabado en resina con efecto lava que de hecho brilla en la oscuridad. Es impresionante el trabajo que lleva hacer esto (todo a mano) y lo rematadamente bien que está ejecutado este acabado.
Para el mástil de 5 piezas se ha usado arce tostado con refuerzos de fresno. Se trata de una estructura homogénea que atraviesa todo el cuerpo, lo cual unido al uso de dos barras de carbono hace que sea tremendamente estable.
El diapasón de Pau Ferro es precioso y además resulta especialmente adecuado para un bajo sin trastes ya que es una madera muy dura que resistirá el desgaste incluso de cuerdas entorchadas y además esa dureza se traduce en una menor absorción de la vibración de las cuerdas, dando como resultado un sustain realmente notable. En el lateral del diapasón tenemos marcas de cada semitono en luminlay (visibles en la oscuridad) y además el frontal muestra pequeños puntos de aluminio en un curioso y práctico patrón de torbellino. Original y práctico, sin duda.
En cuanto a la electrónica, hay algo más de lo que se ve a simple vista. Por supuesto tenemos una pastilla magnética Delano Xtender de forma ovalada y que incluye un práctico rebaje para el pulgar. La pastilla está colocada en el "sweet spot", lo cual le permite captar ese sonido Fretless tan característico con esa calidad casi vocal y un gran "lloro" si lo necesitas. Pero es que aparte de eso el puente aloja un sistema piezo propio de Stradi. Un previo Glockenklang se encarga de mezclar las señales del sistema piezo con la pastilla magnética con las impedancias correctas. Los controles son Volumen, Balance (magnética-piezo), Tono, así como un miniswitch de 3 posiciones para la pastilla magnética que nos permite usar el modo Single Coil o bien doble en Serie y en Paralelo. Sencillo y efectivo.
Los botones son de Pau Ferro y la placa trasera es de arce tostado. Por cierto, en esa placa además de la firma de Markek Dąbek aparece también el logo de nuestra tienda y el indicativo de que en 2025 se cumplen 20 años desde que iniciamos nuestra actividad. Un bonito detalle que aún hace más exclusivo a este instrumento. No podríamos estar más contentos, la verdad.
Lo cierto es que toda la atención al detalle es absolutamente increíble Incluso las clavijas Gotoh Res-O-Lite llevan el logo de Stradi. El bajo viene con cierres de seguridad Dunlop tipo "flush" que lo hacen aún más elegante.
Contemplar este bajo es una delicia, pero sin duda lo mejor es tocarlo y escucharlo. Las dimensiones del mástil se nos antojan perfectas gracias a la cejuela de 52mm (mano izquierda siempre cómoda) y una separación de cuerdas en el puente de 16mm que de hecho no se siente apretada en absoluto y que invita a tocar melodías, pasajes rápidos y cualquier cosa que se te ocurra. De nuevo, la genial ergonomía de todo el instrumento juega a favor del intérprete. Somos unos firmes defensores del hecho que sólo a partir de una experiencia de toque tremendamente cómoda se pueden obtener los resultados buscados. El hecho de que sólo pese 4kg también ayuda, la verdad.
Por supuesto nada de esto tendría sentido si el sonido no fuera bueno, pero es que no es bueno, es espectacular. La pastilla magnética Delano por sí sola es capaz de entregar los mejores sonidos fretless. El modo Single Coil (que es noiseless, por cierto) es perfecto para melodías. Al pasar a modo paralelo ganamos un poco de pegada y brillo natural. Y por supuesto, en modo Serie tenemos más nivel de salida y más medios graves, lo cual es perfecto para todo tipo de líneas y acompañamientos. El piezo, por su parte, es directamente el más musical, orgánico y cálido que hemos oído hasta la fecha. La mayoría de bajos con piezo acaban siendo agudos y estridentes, pero nada de eso ocurre aquí. Puedes además recortar un poco los agudos jugando con el control de tono, pero siempre obtienes un sonido musical, expresivo y lleno. Por supuesto la mezcla de las dos pastillas abre un mundo de posibilidades y puedes pasar de un sonido casi acústico y cálido a un incisivo sonido de bajo eléctrico fretless y cualquier punto intermedio. El uso de un previo Glockenklang especial permite combinar la alta impedancia del sistema piezo con la impedancia más baja de la pastilla magnética sin que se pierda nada de información. Perfectamente resuelto.
Por cierto, el plazo de entrega de un bajo Stradi es de unos dos años, así que no dejes pasar esta maravilla mietras esté disponible.
Stradi Symphony Fretless 6 Yogan
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