Merlos Trium Bass 4 cuerdas
Este bajo está hecho en colaboración con Merlos Guitars y su comercialización a nivel mundial se hace desde nuestra tienda Doctorbass.
El mejor adjetivo que se nos ocurre para calificar este bajo es el de “Game changer”, es decir, una auténtica revolución.
En este caso la revolución es además Made in Spain, algo que nos encanta, y consiste en el nuevo modelo “Trium” del luthier José Merlos afincado en Monóvar, Alicante.
Merlos acumula una experiencia de muchos años fabricando bajos eléctricos desde que empezara a construir sus primeros instrumentos allá por 1996, habiendo construido unos 200 bajos hasta la fecha. Al igual que muchos otros luthiers, siempre ha perseguido la excelencia y a lo largo de los años ha ido refinando sus diseños y acabados hasta llegar al tremendo nivel actual. Nos encanta ser testigos de esta evolución. Como siempre decimos, el mejor trabajo de un luthier suele ser el más reciente, ya que en él está presente toda la experiencia acumulada durante años, las modificaciones y mejoras fruto de escuchar a los bajistas, etc.
Los bajos Merlos comparten con los instrumentos de otros luthiers el uso de maderas de primera calidad, la pasión por el detalle y la excelencia y una visión propia en cuanto al diseño, pero hay algo que siempre los ha distinguido del resto: la electrónica. José Merlos es un auténtico experto en lo referente a la construcción de pastillas y previos y de hecho a lo largo de todos estos años ha ido refinando sus circuitos al tiempo que mejorado también mucho la construcción de pastillas propias hasta llegar al nivel actual que nada tiene que envidiar a lo que producen marcas establecidas. Evidentemente este dominio le permite no depender del sonido que sin duda imprime cada marca (al fin y al cabo pastillas y previo son los elementos que más definen el sonido de un bajo eléctrico) y poder crear los componentes que realmente le van a ir perfecto a cada serie y modelo.
Bajo Trium
Hasta aquí digamos que tenemos una historia bastante común a otros luthiers, quizás con el extra de crear sus propias pastillas y electrónica. Sin embargo lo que hace que este nuevo modelo reciba la denominación de “game changer” es el hecho de que este instrumento puede ser desmontado y montado en segundos, pudiéndose transportar en una pequeña funda de tan solo 103cm x 21cm x15cm (largo, profundo, ancho).
La necesidad de muchos bajistas de contar con un instrumento fácil de transportar no es nueva. Cada día es más complicado montar en un avión con tu instrumento y escuchamos todo el tiempo historias de terror de instrumentos destrozados o extraviados cuando te obligan a facturarlo, así como casos de bajistas que tienen que pagar un suplemento para volar con su bajo en cabina, y eso en caso de que lo admitan porque las dimensiones sobrepasan el límite reglamentario.
Por otro lado, poder contar con un instrumento que puedes llevar en bici, moto o meter en un coche diminuto, es un sueño de todos los que nos movemos a diario de casa al local de ensayo, estudio de grabación, etc. Siempre vemos con envidia cómo los guitarristas, violinistas, saxofonistas y muchos otros músicos llevan un bulto mucho más pequeño y manejable que el nuestro. Pues bien, eso acaba de cambiar definitivamente.
El nombre Trium viene del griego y significa literalmente Trío, haciendo referencia a las 3 piezas que conforman el instrumento.
Los míticos bajos Steinberger XL2 y XP2 de los años 80 fueron quizás los pioneros en lo referente a un bajo sin pala y sin cuerpo que se podía transportar en una pequeña funda estrecha. Le siguieron copias a cargo de Hohner, Westone y unos cuantos más. El problema con todos aquellos bajos es que si bien eran cómodos a la hora del transporte, no lo eran tanto a la hora de tocar. De hecho, la falta de un cuerpo hacía imposible tocarlos sentados y tampoco eran realmente cómodos al tocar de pie ya que la falta de apoyo para el antebrazo derecho se traducía en una posición realmente incómoda y era habitual acabar un concierto con el brazo y la espalda tocados.
Luego surgieron los bajos sin pala y con cuerpo como los Status, Steinberger XM2 y muchos más (incluyendo copias de nuevo a cargo de Hohner, Washburn entre otros). Si bien estos bajos añadían la comodidad de tener un cuerpo, ya no eran tan fáciles de transportar (algunos cabían en una funda de guitarra, otros no). La marca Aria sacó al mercado hace unos años la serie “Sin Sonido” como respuesta a las guitarras Silent de Yamaha y en su producción incluían un par de bajos (con y sin trastes) donde unos aros metálicos cubiertos de neopreno que se podían desmontar hacían las veces de referencia, pero desgraciadamente se trataba más de bajos de viaje para practicar en hoteles con un sistema piezo bien sencillo y un sonido no demasiado bueno, la verdad.
Consciente de que sigue habiendo un montón de bajistas a nivel mundial que necesitan moverse con un instrumento profesional a la espalda con el mínimo esfuerzo, José Merlos se puso a diseñar su nuevo modelo Trium, pero teniendo claro que no sólo debía ser muy fácil de transportar, sino que además debía poder montarse en segundos, tener resuelta la cuestión de la ergonomía y además sonar lo suficientemente bien como para poder usarse hasta en los escenarios o estudios más exigentes.
El Trium existe en versiones de 4, 5 y 6 cuerdas y se puede conseguir con o sin trastes. No se han dado más opciones de maderas y acabados porque realmente ha costado mucho llegar a la combinación actual, que es la que mejor resultado ha demostrado dar en este formato tras innumerables pruebas. Con esto también se ha buscado que este modelo tenga una estética concreta que lo haga fácilmente reconocible en los escenarios.
El corazón del instrumento consiste en un mástil a través del cuerpo (neck thru) de tres piezas de hard rock maple (arce duro) con dos tiras de grafito para aportar aún más estabilidad. A los lados del cuerpo tenemos dos láminas de nogal y es justo ahí donde se encuentra el tremendamente ingenioso sistema de ensamblaje que Merlos ha diseñado para este modelo Trium.
El ala superior es maciza, mientras que en la inferior se encuentra toda la electrónica, compartimento para la pila, potenciómetros y jack de salida.
La parte frontal de las alas está cubierta con una tapa de arce flameado elegante. El diapasón es de arce y sobre él se montan 24 trastes de tipo Medium perfectamente instalados y coronados. Contamos también con traste cero que mejorará la afinación en las primeras posiciones y aportará homogeneidad entre el timbre de las notas al aire y las notas pisadas. Los marcadores de posición consisten en puntos negros situados en el lateral del diapasón, dejando el frontal totalmente limpio, algo que nos encanta.
Se trata, como ves, de un diseño headless de modo que los afinadores se sitúan en cada uno de los puentes individuales (de mecánica suave y precisa). En este caso el sistema utiliza cuerdas normales, no de doble bola, de modo que una vez instalada la cuerda en el puente y pasada por la “headpiece”, se bloquea y se corta la parte sobrante, permitiendo un cambio de cuerdas en segundos. El logo de Merlos aparece en la parte que va de la cejuela hasta la pieza y esto nos encanta por lo elegante y discreto que queda a la vista.
En el apartado de la electrónica tenemos dos pastillas propias Merlos de tipo humbucker con bobinas cerámicas conectadas en paralelo entre sí para ofrecer el sonido más definido y nítido posible así como un funcionamiento 100% libre de ruido. La impedancia de las pastillas es de 2K5 y usan un sistema de conector rápido que permitiría cambiarlas por otros modelos de pastillas Merlos en el futuro en caso de que busques otro sonido. Es un modo genial de darle incluso más posibilidades a un bajo como este y prolongar su vida útil.
El circuito es por supuesto Merlos también y contamos con un Push-Pull en el control de Volumen para pasar de modo Activo a Pasivo. Los controles son Balance, Tono (en modo pasivo) y 3 bandas de EQ en modo Pasivo, Sencillo y efectivo. El rango de las 3 bandas es de +/- 14 dB, actuando los Graves sobre 40Hz, los Medios sobre 450Hz y los agudos sobre 8kHz.
El acceso a la pila de 9 Voltios no podría ser más sencillo ya que la tapa del compartimento para la misma funciona con unos pequeños pero potentes imanes. Para acceder al circuito (el cual por cierto está totalmente apantallado) y a los potenciómetros sí que necesitamos un destornillador, pero lo cierto es que salvo que algo falle no vamos a necesitar abrir esa tapa nunca. El consumo de la pila, por cierto, es extremadamente bajo ya que el circuito sólo necesita de 2,5 miliamperios para funcionar, de modo que tienes pila para muchos meses (recuerda quitar siempre el cable del jack de salida cuando no estés tocando para evitar un consumo innecesario).
Pasamos ahora a describir lo que hace que el Trium sea un modelo tremendamente especial.
El modo en el que las alas se unen al cuerpo es realmente llamativo por lo simple y eficaz que es. Se nota que el luthier ha dedicado una importante cantidad de tiempo a perfeccionar esto y donde el proceso prueba-error ha sido exhaustivo. De hecho damos fe de que esto ha sido así ya que hemos tenido el privilegio de asistir a toda la evolución de esta serie desde su nacimiento.
En la parte del cuerpo tenemos una pieza de aluminio de tipo espacial (el más ligero y resistente) con unos salientes que se insertan en las alas de modo que sencillamente hay que empujar el ala hacia delante ligeramente para que encaje en su sitio. Un tornillo que manipularemos con la mano fácilmente se encarga de fijar el ala al cuerpo a modo de bloqueo, aunque en realidad el sistema de encastre está tan bien rematado que dicho tornillo ni siquiera sería necesario ya que las alas encajan en su posición de forma sólida y firme.
La magia de todo el sistema (y aquí es donde se nota que José Merlos es un auténtico maestro en todo lo referente a la electrónica) está en el ala inferior, es decir, la que aloja todo el circuito. En este caso además del sistema par encajar el ala en el cuerpo nos encontramos con 6 pestañas flexibles que se encargan de conectar las pastillas al circuito ya que en el cuerpo a su vez hay 6 placas donde harán contacto dichas pestañas. Es un sistema realmente bien pensado y efectivo. Mostramos nuestra admiración porque se nota que esta es una de esas cosas que se le ocurren un día a uno en un momento de inspiración pero pocas veces llegan a verse transformadas en realidad, y menos aún de un modo tan limpio y eficaz. ¡Chapó!
En uso
En este caso empezaremos por destacar lo tremendamente fácil que es moverte con el instrumento en su funda a medida. Resulta un sueño poder llevar al hombro una funda así. Tras tantos años llevando bajos (algunos bien pesados y grandes) en fundas o estuches, poderte llevar el Trium de este modo se hace hasta raro (en el buen sentido) y al principio te preguntas si no te habrás equivocado de instrumento y estás llevando un saxo o similar.
Cuando abres la funda te encuentras con las dos alas metidas cada una en su respectiva funda, quedando debajo la parte del mástil/puente/pastillas sin que nada se toque entre sí para evitar daños y golpes. Ensamblar las alas es cuestión de segundos. Literalmente 10 segundos… Imposible haberlo diseñado mejor, la verdad.
Los bajos tienen un peso digamos medio-bajo. Este de 4 cuerdas pesa 3.9kg exactamente. Preguntamos a José Merlos por la posibilidad de haberlos hecho aún más ligeros, pero él asegura que un peso menor tendría el inconveniente de alejarse de un equilibrio óptimo. Se trata de bajos de escala 34” y 24 trastes y aunque no lleven pala, si el cuerpo hubiera sido más ligero, el mástil habría tendido a desequilibrar el instrumento, apareciendo el temido “cabeceo” (pese a no tener cabeza, valga la contradicción). Lo cierto es que puedes ponerte cualquiera de estos bajos sobre la pierna al tocar sentado y soltar las manos, quedándose este en su sitio perfectamente equilibrado. Increíble. Queremos resaltar ese detalle ya que esto contribuye de un modo enorme a la comodidad al tocar. Por supuesto, cuando usas la correa (ya sea usando el tope de correa a cualquiera de los dos lados del puente), este equilibrio perfecto también se traduce en una mayor comodidad donde tus mano izquierda se libera de sujetar el mástil, al tiempo que la derecha cae naturalmente en la posición perfecta gracias al cómodo apoyo del antebrazo. Sencillamente perfecto. Esto es algo que pocas veces hemos visto en un bajo eléctrico y la verdad es que es admirable que se haya conseguido en un instrumento que además incorpora este revolucionario sistema de ensamblaje.
El mástil es muy agradable y se agradece el acabado tipo mate súper orgánico bajo tu mano. El perfil de tipo C suave y el radio de 16” se nos antojan ideales para largas sesiones sin fatiga.
Bueno, pues una vez lo hemos sacado de la funda, montado en 10 segundos y comprobado lo cómodo que es, pasamos a conectarlo a nuestro ampli de referencia y aquí es donde tenemos la guinda del pastel ya que el Trium suena realmente increíble. Las pastillas Merlos humbucker entregan un sonido pleno, nítido, claro, con el nivel justo de agudos y una ausencia total de ruidos (menos ruido de hecho que el de varios bajos de mayor precio con el que lo hemos comparado).
El sonido es exactamente igual en modo Pasivo que en modo Activo, algo que también nos gusta mucho. Esto no es casualidad. José nos comenta que para él es importante que la electronica sea totalmente respetuosa con el sonido de las pastillas, y en este caso desde luego lo es. En pasivo podemos recortar los agudos usando el control de Tono. El valor del condensador son 0.33 microfaradios, lo cual hace que al cerrar el tono completamente obtengamos ese sonido oscuro pero con una presencia especial de medios graves que hace que las notas se definan mucho (lo que se suele llamar “sonido Pastorius”). Por su parte el modo Activo parte del mismo sonido pero nos permite lógicamente esculpirlo a nuestro gusto para adaptarlo a ciertos estilos, amplis o incluso la acústica de la sala. Es el tipo de EQ que denominamos “musical” ya que si bien tiene bastante rango, nunca desvirtúa el sonido original. Cabe mencionar que en modo activo e incluso con la EQ realzada en Agudos, la ausencia de ruido de fondo o de ruido de masa sigue siendo total. Esto es algo que muy muy pocos bajos consiguen.
Conclusión
Tenemos por tanto un bajo increíblemente fácil de transportar, que se monta en segundos, ofrece un equilibrio perfecto, un sonido de primera y una ausencia total de ruidos… Sin duda creemos que es el primer bajo que alcanza semejante nivel de excelencia en todos esos departamentos.
Auguramos un gran éxito a este modelo porque más allá de lo fácil que te hará la vida en tus viajes y desplazamientos, es un instrumento profesional que te dará unas enormes satisfacciones durante años y años.
Merlos Trium 4 string bass
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