• Ear Trumpet Lab NADINE Microphone
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Micrófono Ear Trumpet Labs NADINE

La compañía Ear Trumpet Labs fue fundada en Portland, Oregon (USA) por un investigador y antiguo ingeniero de software llamado Philip Graham quien construyó su primer micrófono para su hija Malachi cuando esta quería grabar sus propias canciones. El objetivo de Philip no era otro que el de crear micrófonos que capturaran el sonido del modo más natural utilizando los mejores componentes pero con un precio mucho más asequible que el de marcas establecidas. El laboratorio se convirtió en la pasión a tiempo completo para Philip. Los primeros prototipos estaban hechos de partes de otros micros y componentes electrónicos que tenía a mano en su taller, lo cual dotó a todos ellos de un aspecto industrial muy característico. En un periodo muy corto una serie de músicos locales empezaron a usar estos micros, los cuales se fueron perfeccionado para dar también un resultado excelente en directo y no sólo en estudio. De hecho es precisamente el hecho de ofrecer sonido de estudio pero con la posibilidad de usarse en directo lo que ha puesto a Ear Trumpet Labs en el mapa. Desde luego la estética industrial ha sido de gran ayuda a la hora de hacer reconocibles estos productos que cada día más músicos llevan consigo. Con la inestimable ayuda de músicos de todo el mundo y las ventas de las primeras unidades, Philip ha conseguido crear un taller donde trabajan otras tres personas a tiempo completo, algo que le permite satisfacer cierta demanda al tiempo que controlar de forma meticulosa cada paso del proceso de construcción. La gama actual de micrófonos Ear Trumpet Labs consiste en 12 modelos muy diferenciados según el uso que vayas a hacer. Lógicamente nosotros nos hemos centrado en el modelo específico para contrabajo denominado “Nadine” y que recibe el nombre de la contrabajista de swing, Cajún y Old Time Nadine Landry. Algunos usuarios notables de este micrófono son Christian McBride, Missy Raines, Barry Bales  y Chris Wood. Por algo será…

 

DESCRIPCIÓN Una robusta caja metálica roja con espuma recortada al milímetro aloja al micro Nadine y permite transportarlo con toda la seguridad necesaria.

Se trata de un micrófono de diafragma medio-grande (26mm) de condensador que ha sido diseñado específicamente para contrabajo tanto por su innovador sistema de montaje como por sus características de sonido.

Su patrón polar cardioide le permite recoger el máximo de la superficie del instrumento y rechazar lo que hay alrededor, posibilitando incluso el uso con monitores colocados por detrás de la cápsula.

La respuesta de frecuencias va de 20Hz a 15kHz, más que suficiente para capturar todo los matices del contrabajo, pero ocurre además que la respuesta de graves está ajustada para ser totalmente plana desde su punto de montaje entre dos cuerdas en la parte que va del cordal al puente.

Físicamente, como puedes ver, el micro se separa en dos partes: el cuerpo, que se une al cordal de forma segura y sin vibraciones mediante un generoso velcro, y la cápsula, que se instala como decimos entre dos cuerdas usando unas gomas especiales. Esto te permite variar la posición de la cápsula y colocarla más cerca o más lejos del puente según tus preferencias o necesidades. Las dos piezas se unen mediante un cable de 14 pulgadas Mogami de alta calidad.

El montaje de la cápsula es realmente sencillo y en cuestión de segundos todo queda montado de forma segura, fiable, sin vibraciones y sin dañar nunca a nuestro instrumento. Cambiar el micro de un contrabajo a otro es realmente fácil y rápido también. El cuerpo del micrófono queda firmemente sujeto al cordal, con la salida en XLR apuntando hacia el suelo, de modo que el cable nunca nos moleste.

Nos encanta el aire retro, industrial y en cierto modo “imperfecto” que denota la construcción artesanal.

 

EN USO

Al ser un micro de condensador lógicamente necesita alimentación Phantom (48 Voltios) la cual puede ser suministrada por un interface de audio o previo a la hora de grabar o bien si hablamos del directo, un previo que proporcione Phantom y de ahí nuestra señal irá a la mesa de mezclas. El nivel de salida es muy similar al de otros micros como el DPA4099. Algo que nos encanta de este micro es que una vez encuentres su posición ideal, va a recoger la señal de tu contrabajo de forma constante independientemente de si te mueves o te giras, algo que no ocurriría si usaras un micro con soporte. Hemos probado a grabar usando un buen interface de audio y la verdad es que el resultado es impecable. El contrabajo es un instrumento especialmente complicado de grabar dadas sus características de sonido. Es muy fácil caer en el error de grabar un contrabajo con demasiados graves que luego nos va a causar problemas en la mezcla y en realidad nos va a obligar a un trabajo de procesamiento posterior para precisamente eliminar ese exceso de graves y cierta “bola”. En ese sentido el Nadine ofrece una respuesta que se nos antoja perfecta en graves,  lo cual en la práctica hace que podamos colocar el contra en la mezcla de un modo mucho más sencillo independientemente de la cuerda y la nota que estés tocando.

En Pizzicato el micro Nadine captura un sonido súper equilibrado que nos parece sencillamente perfecto en lo que se refiere al equilibrio entre cuerpo, madera y articulación. Cuando usas un micro en un soporte suele ser difícil acertar con ese equilibrio. Si el micro está demasiado bajo y/o cerca de una de las “efes”, la bola y el exceso de graves están asegurados. Si lo colocas más alto y apunta al diapasón toda la zona de graves mejora y se consigue más definición pero suele haber demasiado ruido de dedos e incluso respiración del músico. Sin embargo, la posición natural del Nadine a unos 4-5 cm por debajo del puente es perfecta. Se consigue un sonido con cuerpo pero sin bola y la cantidad justa de definición y articulación. Lógicamente a partir de aquí podemos enfatizar o atenuar ciertas frecuencias con un poco de EQ y adaptar finalmente el sonido a nuestros gustos y necesidades.

Con el Arco ocurre otro tanto. De nuevo nos parece tremendamente equilibrado el balance entre el cuerpo y la cuerda frotada, sin predominar una cosa sobre la otra. Si hubiera que usar una palabra para definir el sonido capturado por el Nadine, esta sería naturalidad.

En resumen: un sonido tremendamente natural y orgánico en grabación que puede facilitarte la vida tremendamente. Sólo por esto ya merece la pena.

Pasamos ahora al uso en directo. Si bien es bien que el patrón polar es cardioide y que la cápsula está bastante cerca de la tapa del instrumento, cuando abrimos el volumen del ampli cerca de nosotros es inevitable que aparezcan los temidos acoples, sobre todo si el monitor está detrás de nosotros (que es hacia donde apunta la cápsula). Al poner el monitor delante de nosotros sí que conseguimos pasar cierta cantidad de señal del Nadine pero hay que tener en cuenta que la finalidad de este micro (y diríamos que de cualquier otro micro de contrabajo como el DPA y similares) es usarlo únicamente en la P.A. De hecho la mayoría de contrabajistas lo que hacen es usar una pastilla para escucharse ellos en su ampli o monitor (Realist, Full Circle o LARS son buenas opciones) mientras que la señal del micro irá directo al técnico y sonará únicamente por la P.A. Si bien tú no disfrutarás del 100% del sonido del micro en escenario, tendrás la tranquilidad de saber que el público está escuchando una señal tremendamente natural y orgánica. Lo que sí que hemos notado es que el Nadine ofrece mayor rechazo a todo lo que no venga directamente de la parte frontal de la cápsula. En el estudio hemos probado a poner una base musical en nuestros monitores a un volumen considerable y, siempre que te sitúes justo en el lado opuesto (en este caso con un ángulo de 90 grados), el micrófono tan sólo recogía una mínima parte de lo que salía de los monitores, siendo el sonido del contrabajo más del 90% del sonido capturado. En esto supera a otros micros similares donde se tiene a colar bastante más todo lo que tienes cerca.

Cabe destacar que el Nadine funciona igual de bien a la hora de capturar el sonido del contrabajo ya sea este un instrumento montado y preparado para Jazz, Clásico o Swing/Rockabilly. Hemos hecho la prueba con tres instrumentos muy diferentes y en los tres casos el resultado ha sido plenamente satisfactorio.

CONCLUSIÓN

Si buscas un micro que te facilite la vida a la hora de grabar y sonorizar el contrabajo, el Ear Trumpet Labs es una de las mejores opciones del mercado que soluciona varios de los problemas asociados con la grabación y sonorización de nuestro querido instrumento. Te aseguramos que si lo pruebas y sabes darle el uso adecuado, es más que posible que se quede instalado en tu contrabajo para siempre.   

Ear Trumpet Lab NADINE Microphone

Disponibilidad: green

Tipo: Condensador Medio-Gran diagragma
Patrón Polar: Cardioide
Alimentación: 48 Volts
Pinza: Sistema especial para contrabajo
Nuestro precio €
700,00 €

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