Nuestro texto sobre el Bassboard escrito para la Revista Bajos y Bajistas
EICH Bass Board & DBC400R Un poco de historia: Cuando produces algunos de los mejores amplificadores de bajo del mercado como en el caso de la firma alemana EICH, ¿cuál es el siguiente paso? Sencillo: producir productos con la misma calidad … pero que no suenan. Sigue leyendo. Como sabrás, Thomas Eich es responsable de diseñar y fabricar bajo su nombre unos de los mejores amplificadores de bajo actuales. Acumula una experiencia muy dilatada en todo lo referente a la Clase D (amplificación digital) y el uso de material súper ligero para las cajas, siendo un pionero en esas tecnologías con productos rompedores desde hace más de 20 años bajo otra marca comercial, poniendo siempre el foco en un sonido tremendamente natural y equilibrado, la ausencia total de ruido y unos controles de ecualización intuitivos y eficaces. De este modo, encontrarás en su catálogo un enorme muestrario de cabezales, pantallas y combos para todo tipo de situaciones. Ahora bien, en muchas ocasiones no podemos usar un amplificador ya que por necesidades del guión debemos usar sistemas in-ear o bien debemos practicar en casa con auriculares, así como grabar en un estudio donde no se puede (o no conviene) tener un amplificador conectado, por ejemplo al grabar una banda todos a la vez ya que los micros de la sala recogerían el sonido del ampli. En esos casos no nos queda más remedio que oírnos por auriculares, pero la verdad es que por buenos que sean estos y por buena que sea la mezcla que nos mandan desde la mesa de mezclas, la experiencia de tocar el bajo con cascos nunca es muy satisfactoria ya que aparte de escuchar el bajo, necesitamos sentirlo, que es lo que ocurre cuando tenemos a nuestra espalda un amplificador sonando. Esta falta de vibraciones hace no solo que estemos incómodos, sino que de hecho nos hace tocar diferente y que realmente no sepamos si estamos empastando bien con la batería y el resto de miembros de la banda.
BASS BOARD
Precisamente para atajar ese problema hace ya varios años Thomas Eich creó una plataforma llamada Bass Board que aloja dos unidades de transductores TS300 que se encargan de transmitir las vibraciones a la plataforma y de ahí a tu cuerpo. El principio es similar al de cualquier pantalla pero en lugar de tener altavoces y caja de resonancia tiene dos unidades que hacen vibrar la plataforma sin emitir apenas sonido y permitiendo al bajista disfrutar de cada nota de su interpretación. Para que el sistema funcione tan solo tienes que conectar un amplificador (Eich recomienda el T500 ó T900 de su marca pero en realidad sirve cualquiera que tenga cierta potencia). La potencia soportada son 600W y la impedancia 8 Ohms. Una vez haces eso, notarás una vibración que literalmente se te mete en todo el cuerpo y te hace sentir el bajo de nuevo, complementando a la perfección el sonido que estuchas a través los auriculares (los cuales puedes conectar incluso a la propia Bass Board). Los usos de la Bass Board son varios: desde mejorar sensiblemente tu experiencia al tocar con In Ears o auriculares normales hasta como complemento de Subgrave de tu amplificador (alimentándola con la potencia adecuada) pero sin generar bola en el escenario. Es decir, podrías usar una pantalla pequeña a volumen moderado y alimentar también la Bass Board y sentir las frecuencias graves en todo el cuerpo como si tuvieras una 8x10” a un par de metros por detrás, pero sin generar un volumen excesivo en el escenario. Sencillamente genial. En la actualidad existen 4 tamaños de la plataforma Bass Board para que puedas elegir la ideal para tu situación: XS, M , S, y L
Dados los problemas de aislamiento de salas de conciertos o lo tremendamente caro que resulta crear un aislamiento acústico efectivo en un estudio (las frecuencias graves son especialmente problemáticas en ese sentido, ya que se transmiten por las paredes de un modo extraordinario), nos parece que esta propuesta de EICH viene a aportar una solución más que interesante en cantidad de situaciones. En las pruebas que hemos hecho sólo podemos constatar lo tremendamente bien que funciona. Incluso con un uso moderado de la plataforma, lo cierto es que una vez que te bajas de ella sólo quieres volver a ponerte ahí cuanto antes. No sólo es que sea muy agradable sentir esas vibraciones (que también) sino que realmente nos hace tocar de un modo más “real”, es decir, como tocamos cuando tenemos un buen ampli cerca y podemos darle volumen, pero todo eso sin molestar en casa, en el estudio o sin llenar el escenario con nuestro sonido. Pruébalos y te convencerás, te lo aseguramos. Made in Germany.