Cuerdas HIGH para bajo Ashbory
El bajo Ashbory es una de esas rarezas que aparecen un día en el mercado y nos alegran la vida porque demuestran que hay gente dispuesta a investigar, experimentar y llegar a crear y comercializar un instrumento musical tremendamente original y con un enfoque nuevo. Quizás te sorprenda que hablemos de este instrumento en Bajos y Bajistas porque como sabrás, se encuentra ya descatalogado, pero es que acaban de salir al mercado las cuerdas High (de fabricación española además) y eso son muy buenas noticias para todos los que tenemos uno de estos simpáticos bajos en el rincón sin cuerdas porque no se encontraban disponibles en ningún lugar…hasta ahora. Un poco de historia: Para saber de qué tipo de instrumento estamos hablando, rescato en parte una review que yo mismo hice para otra publicación hace unos años. En 1985 el diseñador de sistemas de captación Alun Ashworth-Jones se dio cuenta (casi por accidente) de que una banda elástica producía unas notas graves impresionantes al ser reproducida por uno de sus sistemas de captación piezoeléctricos. Enseguida se lo comentó a su amigo y constructor de guitarras acústicas Nigel Thornbory, y casi a modo de juego, construyeron primero una sencilla superficie sobre la que se disponían varias bandas elásticas de goma, y poco después un primer instrumento con una forma muy similar a la actual. En cuanto sustituyeron las bandas elásticas por cuerdas de silicona (volviendo un poco locos a las empresas que fabrican ese material) y lo presentaron en una feria de Londres como el bajo Ashbory (nombre creado a partir de los apellidos de ambos), la compañía de guitarras Martin se interesó por este instrumento y se dedicó a desarrollar distintas versiones de este invento, incluyendo copias de Precision y Steinberger que fueron pronto rechazadas por Al y Nigel ya que daban la sensación de ser juguetes. Mientras se consolidaba el acuerdo con Martin (con una enorme cantidad de papeleo de por medio), estos dos británicos decidieron iniciar por su cuenta una pequeña producción de bajos Ashbory, cosechando un éxito increíble entre los músicos y tiendas en general. Pero el destino no siempre trae lo que uno se espera, y este alto grado de aceptación supuso que Martin decidiera rechazar el proyecto, ya que en la feria de Frankfurt de ese año, el prototipo de bajo Ashbory captaba tanta atención que era contraproducente para la propia compañía Martin. En 1986 y gracias a varios contactos en USA, se fraguó la colaboración entre los crea- dores del instrumento y la firma Guild, naciendo así el Guild Ashbory Bass al año siguiente. Sin embargo, después de producir 1500 de estos instrumentos, la compañía Guild fue vendida a un grupo de inversores que tenían otros proyectos en mente, y sus creadores decidieron olvidarse del invento ante este su relativo segundo fracaso comercial. Sin embargo, a la vuelta al Reino Unido, un grupo de seguidores entusiastas les animaron para crear una segunda versión “Mark II” con una forma menos radical (similar a un bajo Steinberger) y una escala más larga de 22” en vez de las 18” originales. Varios de estos instrumentos se construyeron con una máquina CNC y se presentaron en la Feria de Frankfurt, pero una vez más la cuestión económica y el hecho de que había mucha gente implicada en la producción de cada parte del proceso de construcción, llevó el proyecto al fracaso (pese a su gran aceptación popular una vez más), y definitivamente Al y Nigel tiraron la toalla. Sin embargo, su amigo y luthier Clive Cherry, quien había estado involucrado en la producción de estos instrumentos casi desde el principio, retomó la idea, dándole un giro: en vez de intentar producir un instrumento muy económico en grandes cantidades, se decidió a hacer pequeñas tiradas del Ashbory Bass en una versión más lujosa, en este caso con cuerpo y mástil de caoba con tapa de arce flameado y con un acabado de calidad; construyó 10 de estos nuevos Ashbory con gran éxito, y cuando todo parecía apuntar en la buena dirección, Clive recibió una oferta para vender su taller de luthería y ante la perspectiva de tener su jubilación resuelta, no se lo pensó dos veces. Una vez más, el proyecto moría, y ahora parecía que de forma definitiva. Sin embargo, a través de un distribuidor americano que tenía contactos con Fender, se estableció un lazo de unión entre Al y Guild, que desde 1995 era propiedad de Fender, y tras unos estudios económicos se retomó el proyecto, lanzándolo con la marca “De Armond”, que correspondía a los instrumentos Guild hechos en Corea. Así pues, desde 1999 tenemos entre nosotros al De Armond Ashbory Bass.
EL INSTRUMENTO Para la actual versión de este bajo se ha elegido un cuerpo de madera de Agathis y se ha vuelto a la forma de “hueso de perro” original, ya que esta es la forma que popularizó Guild en USA (el MkII apenas salió de Inglaterra), y por tanto tenía más posibilidades de aceptación entre los bajistas. El bajo peso y pequeño tamaño hacen que el instrumento sea muy manejable, y colgado con una correa o tocando sentados, la adaptación es rápida y positiva. El tacto de las cuerdas de látex es menos pegajoso que el de las de silicona originales, pero se recomienda usar polvos de talco para que la mano se deslice con suavidad a lo largo del mástil. Algunos bajistas prefieren empapar un trozo de algodón en aceite y humedecer los dedos antes de tocar. Probablemente una de las razones del éxito que siempre tuvo este instrumento viene del hecho de que tras esa estética ciertamente curiosa, se esconde un poderoso sonido con un sustain corto y un ataque suave, sorprendentemente parecido al de un contrabajo. El previo de 2 bandas permite obtener además otros sonidos interesantes y el piezo original Ashworth captura con efectividad la vibración de las cuerdas. El diapasón no lleva trastes, pero las marcas sirven como referencia de afinación. El grosor de las cuerdas ayuda a disimular ciertas imprecisiones al tocarlo, de modo que resulta más sencillo de tocar que un bajo sin trastes estándar. La escala es de 18 pulgadas, y aunque al principio se hace un poco rara por lo corta, enseguida te acostumbras.
CUERDAS HIGH Hasta aquí la descripción e historia completas de este simpático instrumento que, como decíamos, ya está descatalogado. Las cuerdas De Armond originales eran económicas y fáciles de conseguir en su día, pero lógicamente ya se encuentran totalmente agotadas también. Ahí es donde entran en juego estas nuevas cuerdas HIGH desrrolladas en Barcelona por la empresa High Ashbory Strings entran en juego. Hemos hablado con sus creadores, quienes nos han dado una serie de detalles sobre su desarrollo. Nos cuentan que comenzaron a fabricar estas cuerdas casi por accidente ya que eran usuarios de este bajo y al descubrir que ya no había cuerdas disponibles en el mercado se propusieron fabricarlas. Lo primero era localizar a un proveedor de cordones de silicona. Una vez hecho eso y tras mucha prueba y error llegaron a crear un juego equivalente en dureza y elasticidad a las originales pero con una ventaja añadida como es la durabiliad. El tacto y sonido son exactamente los mismos pero el hecho de que sean cuerdas más duraderas son buenísimas noticias.
CONCLUSIÓN Si tienes la suerte de poseer una de estas joyas en cualquiera de sus versiones (modelo original, alguna de las versiones alternativas o este mismo modelo Ashbory), el hecho de que existan cuerdas disponibles son noticias excelentes. Si además, como es el caso, estas cuerdas funcionan incluso mejor que las originales, estás de enhorabuena. Nota: también las puedes usar en ukelele bajo ya que son compatibles y además tienen un sonido más dulce y sin ese agudo un tanto molesto de las cuerdas de goma.
High Strings for Ashbory Bass
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