Musicman es una de las pocas marcas que se pueden denominar clásicas dentro de la historia del bajo eléctrico. Tras vender su empresa a la multinacional CBS (debido a un error médico), Leo Fender volvió a la carga y se propuso mejorar sus diseños originales, de modo que a principios de los '70 creó el bajo Stingray que si bien estaba basado en un Precision Bass en cuanto a dimensiones, supuso un gran avance en el terreno del sonido al incorporar una pastilla Humbucker bobinada en paralelo y un circuito activo de dos bandas. A primeros de los 80 Ernie Ball adquirió la compañía y desde entonces se ha encargado de seguir la tradición al tiempo que ha incorporado mejoras y nuevos modelos.
Este es el modelo Stingray de toda la vida, en este caso con 3 bandas de EQ, con cuerpo de fresno con una veta preciosa y diapasón de arce.
El sonido es exactamente el que esperas de un bajo Musicman. Referencias como las de Flea, Louis Johnson, Tony Levin, etc., vienen a la mente en cuanto tocas las primeras notas. El tacto es el que esperas de un bajo made in USA, con un barniz suave en el mástil. El perfecto trabajo en los trastes permite una acción muy baja sin trasteos.
Se ha mantenido el clásico sistema de ajuste del alma sin complicaciones (puedes usar cualquier llave y se accede sin problema alguno) pero también hay mejoras como la nueva cejuela compensada que mejora sensiblemente la afinación en los primeros trastes.
En definitiva: un bajo sólido como pocos que resistirá los rigores de la carretera perfectamente y te dará muchos años de satisfacción independientemente de la música que toques, ya sea Rock, Pop, Jazz, Punk, Funk o cualquier otro estilo.