La firma PRS (Paul Reed Smith) ha cumplido su 30 aniversario en 2015.
Aunque siempre ha sido una empresa más dedicada a la producción de guitarras, lo cierto es que desde sus inicios siempre hubo una pequeña producción de bajos que nunca duraba mucho tiempo. Bajistas como Michael Manring los usaron al comienzo de su carrera en solitario a finales de los 80. La siguiente etapa notable fue a comienzos de los 90 cuando PRS volvió a sacar unos magníficos bajos al mercado. Más tarde la producción de bajos quedó relegada al modelo signature del gran bajista Gary Grainger, pero en su versión Private Stock, lo cual sin duda ponía estos bajis muy lejos del alcance de buena parte de los músicos.
Esta nueva serie Gary Grainger viene a solucionar todo aquello ya que son bajos con un precio más que razonable para ser 100% made in USA y estar hechos a partir de muchos de los avances y elemenos que el modelo Private stock.
Sólo tienes que ver la foto para comprobar que PRS llevan mucha ventaja a cualquier otra marca cuando se trata de dotar de una tapa de arce preciosa a sus instrumentos, tallada de un modo exquisito y con un modo de aplicar los colores que ha creado escuela.
Pero si todo quedara ahí, se trataría tan sólo de bajos bonitos sin más. Sin embargo desde el momento en el que tocas las primeras notas te das cuenta de que PRS han hecho muy bien su trabajo. El tacto del mástil es sencillamente delicioso con unas dimensiones realmente acertadas. Como no podía ser de otro modo, el diapasón incluye las preciosas y características incrustaciones de PRS.
El puente es de diseño totalmente original y combina la resonancia de un puente de baja masa con el sustain de silletas de bronce y un recorrido más generoso que casi cualquier otro puente, que sin duda eliminará el habital problema de no poder octavar un bajo perfectamente.
En cuanto al sonido, las dos pastillas PRS Gary Grainger Humbuckers son de las mejores de este tipo que hemos escuchado nunca. Si bien algunas Humbuckers suenan excesivamente potentes o demasiado oscuras, no es ese el caso aquí. Cada nota se distingue de un modo notable, incluso dentro de un acorde. Es como si el sonido fuera la mezcla perfecta entre un bobinado Single Coil con un toque ligeramente percusivo añadido y un brillo discreto y realmente acertado en cada nota. La pastilla del puente puede llegar a ser incisiva si lo necesitas (la EQ de 3 bandas resulta muy musical) pero también puede llegar a ser casi dulce. La pastilla del mástil suena grande y poderosa pero controlada. La mezcla de las dos produce un sondio abierto y con menos medios, ideal como sonido todo terreno.
El bajo peso de este instrumento hace que puedas tocarlo durante horas sin notar molestia alguna, y el mástil de 24 trastes te permitirá explorar el terreno más agudo sin problema.
La quinta cuerda de este bajo es realmente buena. Está al mismo nvel de volumen que las demás y las notas se distinguen con claridad incluso en el registro más grave y lo bueno es que esto se consigue en un cómodo bajo de escala 34".
En resumen: un bajo de gama alta a muy buen precio que es sencillamente precioso, increíblemente cómodo de tocar y suena realmente bien, además de ser muy versátil. ¿Qué más se puede pedir?