Comparado con el Precision Bass nacido una década antes, el bajo Fender Jazz Bass se constituyó desde su introducción en 1961 como el bajo verstátil (2 pastillas) y cómodo (mástil más fino).
Lo que tenemos aquí es una reproducción milimétrica de un Jazz Bass del año 1975 que incorporatodos esos elementos que han hecho que sea uno de los bajos más deseados de cuantos ha sacado Fender.
Como no podía ser menos, tratándose de un instrumento de la Fender Custom Shop, la atención al detalle es espectacular, y la calidad del instrumento es la más alta posible. El cuerpo de fresno ligero de peso igualmente bajo en Aztec Gold Relic lleva un mástil de arce con diapasón de arce con incrustaciones en nácar.
El acabado Aztec Gold es totalmente exclusivo, así que te llevas un bajo realmente único y que no pasará desapercibido. Lo cierto es que ese acabado en combinación con el arce lacado del mástil y el golpeador negro hace que sea tremendamente elegante.
El perfil y dimensiones de este mástil es uno de los motivos por los que los Jazz Bass de los '70 son de los más aceptados, ya que de hecho se trata de la variante más fina y con un perfil más agradable a la mano de todos los que han salido de la factoría de California. Lo cierto es que la sensación es de comodidad total, y hace que cualquier otro mástil después de este parezca grande y tosco.
Otros detalles que hacen que esta sea una réplica exacta son los herrajes en nickel/cromo, clavijero clásico de sentido inverso, golpeador negro de 1 capa, etc.
El acabado de este bajo es el que Fender denomina "Relic". Este tratamiento consiste en simular el estado de un instrumento que se hubiera comprado en 1975 y se hubiera usado de forma intensiva. El acabado en nitrocelulosa es especialmente sensible al desgaste, de modo que si compras este bajo y le das un uso normal, verás cómo ese acabado Relic irá evolucionando con tu propio uso.
En cuanto al sonido, cuando pruebas el bajo "a pelo", ya notas que la respuesta es fantástica y parece predecirse ese sonido Vintage que la imagen ya nos ha transmitido antes. Se percibe un ataque un sonido vivo espectacular. Cuando lo conectas a un amplificador, por supuesto, no decepciona.
El nivel de salida es medio-alto, y sin duda, es realmente fácil conseguir ese sonido con garra en onda Geddy Lee, o más hueco en onda Marcus Miller o Rhonda Smith.
El sonido es absolutamente delicioso y "lleno", ya que en realidad no le sobra ni le falta nada. Cuando pruebas un bajo así, entiendes por qué los Jazz Bass han sido y siguen siendo una de las herramientas más usadas para cualquier estilo de música. Con los dos volúmenes y el tono a tope, tienes un sonido grande, cálido y abierto, con el nivel justo de graves y agudos, pero sobre todo unos medios muy característicos y que parecen enfatizar lo que tocas, tanto con dedos como con púa. Estamos, por tanto, frente a un instrumento con una personalidad Vintage innegable tanto en el plano estético como sonoro.
La pastilla del mástil por si sola tiene un sonido sorprendentemente cercano al de un Precision. Coge una púa, conéctalo a un ampli de válvulas y estarás de lleno en el terreno de rock clásico por excelencia.
La pastilla del puente tiene un sonido que recuerda inmediatamente a Pastorius, con ese ataque incisivo que se puede controlar fácilmente con el control de Tono. Control que, por cierto, funciona de maravilla, ya que al mínimo saca ese sonido dulce y ligeramente "acartonado" que parece facilitar tocar semicorcheas a toda velocidad.
Cuando usas las dos pastillas a la vez, el sonido lo podemos describir como lleno y con ataque a la vez. Sin duda, la plataforma perfecta para que a partir de ahí añadas lo que necesites en cuanto a previos, efectos, etc. Añade un toque de graves en el ampli o un previo externo y obtendrás uno de los mejores sonidos de slap.
En resumen: uno de los mejores sonidos Jazz Bass de todos los tiempos. Súmale a eso la comodidad de un instrumento clásico y una estética sencillamente irresistible, con un acabado absoltuamente exclusivo (no vas a ver otro bajo como este por ahí, te lo aseguramos), y tendrás como resultado un instrumento de estos que no te puedes quitar de la cabeza y que te hará considerar deshacerte de otros bajos y tener de una vez el Jazz Bass que siempre has querido.
Nota 1: claro que a todos nos gustaría hacernos con un bajo de esta época original, pero además de los precios absolutamente prohibitivos, siempre está el riesgo de que ese instrumento tenga algún problema de mástil o eléctrónica, o que incluso no sea totalmente original (perdiendo valor como instrumento de colección, pero sobre todo perdiendo la esencia del sonido original). Por eso pensamos que este Custom Shop 1975 Jazz Bass es una alternativa real y muy a tener en cuenta, ya que lo que compras es un instrumento con el aspecto, tacto y sonido exactos de un instrumento de aquella época, pero sin nunguno de los problemas asociados, y además cuentas con toda la garantía de Fender.
Nota 2: este es un bajo totalmente exclusivo, es decir, no es posible pedir ya otro igual. Aprovecha mientras lo tengamos.