Desde el famoso bajo Hangstrom que usara en su día Jimy Hendrix (no sólo tocaba la guitarra), los bajos de 8 cuerdas han estado ahí, pero casi siempre han pasado muy desapercibidos.
En Doctorbass.net pensamos que eso no tiene por qué ser así, y estamos decididos a promocionar esta serie de bajos con cuerdas dobles, y de hecho vamos a ir trayendo modelos no sólo de 8, sino de 10 y 12 cuerdas. Bajistas como Jeff Ament (Pearl Jam), Tom Peterson (Cheap Trick), Doug Pinnick (King X) llevan años usando este tipo de bajos para crear líneas y sonidos muy personales.
Como puedes ver en las fotos, este bajo viene con 5 cuerdas normales (B E A D G) y otras 5 octavadas. La idea es similar a la de las guitarras acústicas de 12 cuerdas. En la práctica, al tocar las dos cuerdas a la vez se añade una nota una octava por encima de la nota "normal" de bajo. El efecto es increíble, dándole nueva vida a cualquier cosa que toques.
Evidentemente, para sacarle el máximo partido a las cuerdas dobles, se hace necesario el uso de una púa, ya que al pulsar hacia abajo tocas primero la cuerda octavada y luego la normal. Con un poco de práctica y de experimentación, empezarás a tocar líneas increíbles. Es como si este bajo disparara tu creatividad.
Pero lo más increíble es que con un poco de práctica puedes llegar a controlar la pulsación, de modo que puedes tocar líneas donde sólo suena la cuerda normal y cuando quieres añades la octava.
Tocando en el registro grave, es como un octavador natural y perfecto (con un pedal, normalmente tocas la nota aguda en los trastes más altos, y él genera la nota baja de un modo electrónico).
Es más: se puede tocar también con dedos, e incluso suena muy bien el slap (en serio) ya que es bastante fácil tocar sólo las cuerdas normales. Combina una línea de slap y continúa con acordes rasgueados y el resultado dejará a todo el mundo boquiabierto.
Este bajo tiene un cuerpo y mástil de caoba. Las pastillas Dean capturan sin problemas y con limpieza todos los timbres que produce este instrumento. La pastilla del mástil suena especialmente apropiada, combinando dulcura y pegada. Al usar las dos pastillas a la vez, obtienes un sonido más abierto, casi acústico, y si usas sólo la del puente consigues sonidos pseudo-guitarreros más que válidos. El previo activo de 2 bandas te permite acentuar los graves y agudos por separado, para obtener exactamente el sonido que estás buscando.
Con 10 cuerdas, la tensión a la que está sometida el mástil es considerable, pero afortunadamente este Dean Edge Hammer 10 se deja ajustar sin problema y se puede conseguir una acción bastante baja para evitar "dejarte los dedos".
La cejuela de latón se encarga de pronunciar las resonancias naturales del instrumento al usar cuerdas al aire, además de ser más resistente al desgaste de tantas cuerdas que materiales más blandos como el hueso o el plástico.
Haciendo uso de las dos notas a la vez, las líneas de rock y funk cobran una nueva vida, y por supuesto cualquier cosa en onda étnica suena realmente bien.
En resumen, un bajo que aunque no se convierta en tu bajo principal (aunque podría serlo) te permitirá explorar territorios nuevos y se convertirá en una fuente de inspiración cada vez que lo cojas.
Nota: si lo pruebas te lo llevas.