Aunque el modelo Windmill signature de Linley Marthe (increíble bajista de las Islas Mauricio, y parte de la banda Zawinul Syndicate) lleva en el mercado ya un par de años, este modelo se ha visto recientemente renovado, fruto de las mejoras llevadas a cabo por esta la marca holandesa.
Comparado con la versión anterior, el bajo ha ganado en calidad de acabados, y sobre todo ahora tiene un sonido incluso más vintage que antes.
Enfrentarse a un bajo así es toda una experiencia. Aquí no hay circuitos, sistemas de conmutación ni nada de nada para ayudarte u ocultar cosas. Se trata de un Jazz Bass en estado puro, donde lo que tocas es lo que suena.
Es como coger un papel en blanco y un lápiz y enfrentarte a ello sólo con tu imaginación. Este contexto de simpleza absoluta hacer que uses recursos y técnicas diferentes. Las pastillas Windmill Vintage entregan un sonido puro en onda Fender de los 60 que por supuesto va perfecto para este concepto de "vuelta a la esencia".
Por supupuesto, con ese tipo de bajos "desnudos", es vital que la calidad de los componentes y de la construcción sea la más alta posible, y en este caso el instrumento cumple con creces. Las dimensiones del mástil y los acabados hacen que el tacto sea muy agradable, con una sensación de naturalidad destacable.
Si no tienes un bajo en onda Jazz Bass, no te pierdas este magnífico instrumento.
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