En este caso, este bajo viene con una ecualización de 3 bandas con punto central (en lugar de las dos bandas de realce sólo del modelo de 2 EQ), pero lo más destacable es el sistema piezoeléctrico que incorpora el puente. Por sí solo, el sistema piezo es súper musical (excepto para slap, que se vuelve un poco agresivo por la propia naturaleza del sistema), pero al mezclarlo con la pastilla humbucker del puente es cuando descubrimos un sonido nuevo, lleno de matices, y apto para cualquier estilo. De hecho, después de usar el piezo, al volver a la pastilla magnética parece que el sonido se vuelve más pequeño y casi unidimensional (por contraposición a un sonido casi tridimensional de la mezcla de piezo y magnética).
El mástil es, como siempre, muy cómodo, con una buena separación de cuerdas al estilo Precision (que es de dónde el Stingray viene), y además es quizás uno de los Stingray más ligeros que hemos probado.
Con estuche rígido incluido
